Aspectos a tener en cuenta antes de tomar una decisión
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Desde pequeños nos despertaba la curiosidad de conocer las actividades que realizaban nuestros padres y los imitábamos, queriendo ser como ellos cuando estemos grandes. Animados por la aventura de grupo, nos dimos cuenta que la convivencia en una población está gobernada por normas y leyes, las cuales se deben cumplir.
En las aulas del nivel primario teníamos la dulzura y atenciones de una maestra que nos enseñaba todos los cursos. Al narrarnos un cuento nuestra imaginación nos llevaba a conocer muchos lugares y divertidos personajes; nos enseñaba a persignarnos elevando la oración de la mañana. Aprendimos a escribir y leer la palabra más sublime “mamá”. Y se abría así un mundo por conocer desde nuestra escuela.
En el transcurrir de la vida escolar fuimos creciendo, en el nivel secundario teníamos maestros por cada curso. Habían compañeros que destacaban en los concursos de matemática, ciencias, arte, pintura. Otros muy buenos en las declamaciones y los recitales en las actuaciones del colegio. Se marcaban algunos perfiles con características propias.
En este proceso de aprendizaje los maestros descubrían capacidades y destrezas en nosotros, reflejadas al desarrollar las actividades propuestas. Comenzábamos a ganar confianza, mayor seguridad al hacer las cosas, nos enseñaban a fortalecer nuestras potencialidades.
En la adolescencia surgen muchas dudas y al terminar la secundaria se generan muchas preguntas: ¿Ahora qué haré? , ¿tendré una carrera profesional? , ¿cuál será mi campo de acción al terminar una carrera? , ¿qué futuro me espera?
¿Qué opciones elegir?
En algunos casos terminar la secundaria significa para el padre de familia que el hijo continúe la tradición familiar. Por ejemplo, seguir la carrera de medicina, por ser el padre médico o dedicarse exclusivamente a la librería, porque es el negocio familiar y único sustento económico. Sin tomar en cuenta nuestros propósitos y anhelos.
Terminada la secundaria, el joven deberá darse cuenta que la etapa de formación en el nivel secundario terminó. Le toca enfrentar nuevos retos, asumir desafíos y tomar decisiones por sí mismo; tomando en cuenta el aprovechamiento de sus potencialidades, reflejados a través de un test vocacional.
¿Qué es un test vocacional?
Un test vocacional está conformado por una serie de pruebas tendientes a indagar diversos
aspectos del joven para facilitar la comprensión de los intereses propios, habilidades y aptitudes, hábitos de estudios, preferencias profesionales, características de su persona, etc.
¿Qué se logra con un test vocacional?
1. Buscar la identidad personal, para definir con más claridad las decisiones que deberemos empezar a tomar.
2. Aprovechar al máximo las potencialidades: aptitudes, habilidades e intereses.
3. Tener en cuenta que el desempeño de algunos trabajos se basa en tener la vocación para desarrollarlo.
4. Libertad para elegir la opción más conveniente a las necesidades del joven y cercana al contexto real en el que se desenvuelve. Esto se da a través de la reflexión.
Recuerda que toda evaluación psicológica de este tipo debe ser llevada a cabo por un profesional capacitado, tanto en la administración del test como en la interpretación de los resultados. Tener este tipo de entrevista con un profesional te ayudará a profundizar en tu autoconocimiento y te será de mucha utilidad.